

En un día bañado por el sol en una acogedora casa de campo, Juliana y Eduardo celebraron su amor en una boda íntima. Con solo 30 de sus familiares y amigos más cercanos, el ambiente estaba impregnado de calidez y cercanía.
Juliana, con su sonrisa radiante y Eduardo, con su mirada tierna, formaban una pareja que irradiaba amor en cada abrazo y gesto. Desde el inicio de su relación, su complicidad y conexión eran palpables para todos los que los conocían.
La ceremonia fue una celebración simple pero llena de significado, donde prometieron amor eterno frente a un pequeño altar decorado con flores silvestres del campo. Los votos que intercambiaron fueron sinceros y emotivos, reflejando la profundidad de su compromiso mutuo.
La recepción fue un festín de momentos felices y risas compartidas. La mesa estaba adornada con detalles rústicos y pequeñas piñas, que simbolizaban la dulzura y la prosperidad en su nueva vida juntos. La música suave ambientaba el lugar mientras todos disfrutaban de la comida preparada con amor y cuidado.
Entre bailes íntimos y brindis emocionados, Juliana y Eduardo celebraron su amor de una manera auténtica y personal. Cada mirada entre ellos hablaba de años futuros llenos de amor y compañerismo.
Su historia es un recordatorio de que el amor verdadero se encuentra en los pequeños momentos compartidos con aquellos que más importan.
Locaciones: Casa campestre | Fotografía: Nayit Cotes | Coordinadora de evento: Nolita Wedding Planner | Floristería: Team Nolita event | Cake table: Malula pastelería | Videografo: Zapata Wedding Films | Photobooth: Cabina de fotos 360ª | Vestido de novia y novio : Camilo Barrios Bridal | Cabello y maquillaje: Maleja Pabón y Alejandra Peinados | Branding y papelería creativa: Nolita Craft
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