Kathe y Guillermo fueron unidos por su amor compartido por el folclor vallenato, una pasión que se convirtió en la melodía de fondo de su vida juntos. Desde el momento en que se conocieron, supieron que su amor estaba destinado a ser tan vibrante y enérgico como las canciones que llenan las calles de Valledupar. 

 

Ambos nacieron y crecieron con el ritmo del acordeón y el compás de la guacharaca en su corazón. Kathe, con su espíritu alegre y Guillermo, con su pasión por preservar las tradiciones culturales, encontraron en su amor por el folclor vallenato un lazo indestructible que los unió aún más.

Decidieron celebrar su unión en una ceremonia inspirada en los monumentos emblemáticos de Valledupar, como el Pedazo de Acordeón, la Cometa Loca, las Casas en el Aire y las flores trinitarias. La recepción fue una fiesta de colores y tradiciones, con una decoración abundante de flores típicas de la región que llenaban el ambiente con su fragancia y belleza.

Los momentos más memorables incluyeron las piloeras, donde Kathe y Guillermo guiaron a sus invitados en un baile animado al ritmo de la reja y el pilón, celebrando la alegría y el espíritu festivo que caracteriza al vallenato. 

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La boda de Kathe y Guillermo fue más que una celebración; fue un tributo a su amor por el folclor vallenato y a la rica cultura de Valledupar que los une. A través de la música, las danzas y las tradiciones compartidas, demostraron que su amor es tan vibrante y auténtico como las notas de un acordeón vallenato, destinado a resonar por siempre en sus corazones.